miércoles, 10 de octubre de 2012


Romanticismo

El Romanticismo es un complejo movimiento cultural que se desarrolla en Europa en la primera mitad del siglo XIX y supone una revolución estética e ideológica. Se inicia en Alemania e Inglaterra a finales del siglo y entre sus precursores destacan el poeta inglés Young, y los alemanes Goethe y Schiller.
Los románticos protestan contra los valores impuestos y los problemas políticos y sociales del momento, y hacen de la libertad su bandera. Es una nueva forma de vivir y crear que refleja una nueva actitud ante los problemas del hombre. Se caracteriza por

  • Individualismo. El artista se cree el centro del mundo, el intermediario entre el arte y los demás hombres.
  • Culto a la libertad. El individuo proclama su derecho a expresarse y su libertad individual frente a la sociedad. Se rechazan las reglas sociales y artísticas. Esa liberación les provoca una insatisfacción continua, les produce un sentimiento de vacío y soledad que, en muchas ocasiones, les lleva al suicidio o a la locura.
  • Rebeldía y contradicciones. El romántico busca una felicidad imposible y choca inevitablemente con la realidad. Por eso los románticos miran al pasado legendario, hacia países exóticos o hacia su propio yo interior.
  • Nacionalismo. Cada país, cada región ensalza sus costumbres y sus valores tradicionales. Proclaman el nacionalismo político.

    El Romanticismo en España

    En España el Romanticismo es un movimiento tardío, ya que aparece en la década de los treinta. Las vías por las que se introduce la nueva estética en España son:
    • El periodismo :a través de los artículos publicados por el cónsul alemán Nicolás Böhl de Faber.
    • El regreso de los exiliados liberales a la muerte de Fernando VII, como Martínez de la Rosa o Espronceda.
    • El estreno de la obra del duque de Rivas Don Álvaro o la fuerza del sino en 1835 marca la fecha de inicio.
    Aunque tenemos que destacar que el Romanticismo en España se va a alargar hasta finales del XIX, que aún quedan algunos representantes destacados, como Bécquer y Rosalía de Castro, a los que se denominan pos románticos.